3 mar 2011

La carta de la botella


Por petición popular reproducimos aquí la carta que el obstinado vagabundo Pedro Enrique Malospasos, patrón de nuestro infecto río, tiró noche tras noche al Huerva. La botella fue hallada cerca del delta del Ebro por un importante especialista en la materia llamado Armand García. Tras sesudos estudios el señor García llegó a la conclusión de que Malospasos, ante la dificultad de escribir una carta perfecta, decidió enviar el texto que para él escribió un pobre desgraciado amigo suyo. Sirva como homenaje a todos los quijotescos obstinados que hacen de esta ciudad un lugar un poco menos aburrido.


Y la carta de la botella dice así:



De cómo conquistar a una actriz italiana no siendo otra maldita cosa que un perdedor español de la ribera del Huerva.


Vaya por delante que no será fácil.
Cada noche coloca tu carta dentro de cada una de las botellas que te hayas bebido previamente. Tápalas bien con un corcho. Abre la ventana y lánzalas al río Huerva.
El río seguirá su camino hacia el Ebro que llevará tus botellas hasta el Mediterráneo. Una vez en el mar solo hay que seguir esperando a que alguna de esas botellas llegue hasta Italia. Y finalmente, tener fe en que la encuentre una actriz italiana.
Ya se ha dicho que no sería fácil.
Beber te ayudará a no desesperar y multiplicará tus posibilidades.
Si no te vale cualquier actriz italiana sino que tienes en mente a una en concreto, pongamos por ejemplo Monica Belucci, has de saber que la cosa se complica.
No desesperes.
Lo harás. Ya te adelanto que lo harás.
Pero continúa pase lo que pase.
Cuando te veas flaquear, sigue bebiendo.
Y, sobre todo, sigue lanzando botellas al río.
Para animarte piensa en las posibilidades de un espermatozoide determinado. Piensa que a pesar de todo tu existes. Piensa que ella también existe. Y no solo eso. Piensa además que esos dos hechos suceden casi en el mismo punto de la galaxia y exactamente en el mismo segundo sideral.
Reconocerás que tampoco eso era fácil. Y sin embargo ha sucedido.
Ten en cuenta otros aspectos importantes. Sobre todo, la carta. Se recomienda utilizar siempre la misma. No sería bueno para tu cordura pensar que hay cartas mejores y otras peores. Eso es inadmisible. Deberás escribir una carta perfecta para evitar cualquier tentación correctora. Perfecta.
Tampoco eso será fácil.
Se recomienda taxativamente despreciar cualquier otro método que intenten venderte.
No caigas en la tentación. Mienten. Reconocerás que enviarle unas flores con una tarjeta pueden hacerlo millones y millones y millones de tarados. Tú eres único y tus ansias van mucho más allá.
Puede que con esos métodos la comunicación sea más sencilla pero aquí no se trata de comunicación sino de llegar a satisfacer un deseo imposible y brutal. Si la magnitud de tu deseo es tal como para intentarlo sabrás que solo pueden adoptarse medidas milagrosas para mostrar fidedignamente ese deseo. Si el deseo es inconcebible no se puede falsear declarándolo mediante cauces ordinarios. Para que ella comprenda lo descomunal de tu empresa tiene que saber que tus métodos van más allá de cualquier lógica.
Imagina para evitar esas tentaciones lo hermoso que sería vencer. Y vencer a tu manera.
Imagínatelo un momento. Quiero que la veas. Que la veas caminando por la playa una tarde gris de invierno. Imagina su pelo negro y sus voluptuosas curvas. Imagina como se agacha a recoger una botella que el mar le ha enviado a los pies. Imagina sus caderas salvajes. Imagina su culo redondo y turgente. Mira como muerde su labio inferior mientras lee tu carta perfecta.
Piensa en que cuando comprenda cual ha sido tu sistema postal y la honestidad de tu deseo, no tendrá otra maldita opción que aceptarte. No digo que te vaya a amar para siempre pero, como mínimo, no sería descabellado que te aceptase para una tórrida siesta. Para una tórrida siesta. Piénsalo, una tórrida siesta con Moncia Belucci.
Has de saber que muchas de esas botellas llegarán a gente que no sean precisamente Monica Belucci. Gente que a buen seguro se burlará de ti.
Que les den por culo.
Que les den por culo a todos.
Tú sigue bebiendo y lanzando botellas al río.
Por último, no quiero engañarte, ten en cuenta que existe la posibilidad de que tu carta no llegué a su destino jamás.
Asumir eso tampoco será fácil.
Pero no será lo más difícil.
Lo más difícil será aceptar que ha habido, hay, y habrá, montones de payasos que se metan en su cama sin hacer nada de esto.

2 comentarios:

  1. Porque nunca hay que perder la esperanza...

    Un mensaje en una botella encuentra destinatario tras 24 años a la deriva: http://es.noticias.yahoo.com/22/20110330/tod-un-mensaje-en-una-botella-encuentra-045b8e8.html

    Aunque vuestra carta es más bonita que la que envió el chico este jeje.

    ResponderEliminar